martes, 3 de abril de 2012

MENORES VICTIMAS INVISIBLES DEL S.A.P.

Nos hacemos eco del comunicado de prensa que denuncia un nuevo abuso judicial en España, en este caso contra dos niñas, una de 9 años y otra de 14. A la vuelta de Semana Santa está prevista la convocatoria de una rueda de prensa para denunciar estos dos atropellos. 

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El miércoles 28 de marzo, agentes de la Guardia Civil se presentaron sin previo aviso en dos centros educativos de la Comunidad de Madrid y se llevaron a dos niñas, una de 9 años y otra de 14. Las dos niñas fueron conducidas a dependencias judiciales la mayor, y a casa de la abuela paterna la pequeña.
Pese a su decidida oposición, las dos menores han quedado bajo la custodia de sus respectivos padres. No importa que la menor de 9 años haya relatado que su padre abusaba de ella ni que la menor de 14 años haya denunciado que su padre la maltrata regularmente y que se ocupaba muy negligentemente de ella.
Los Guardias Civiles cumplían las órdenes de las respectivas titulares de los juzgados de familia 2 y 3 de Colmenar Viejo. Ambas magistradas han recurrido, a la hora de conceder la respectiva custodia de las dos menores, al llamado Síndrome de Alienación Parental o SAP, un supuesto trastorno mental infantil cuya formulación consideran, tanto organizaciones de mujeres como profesionales de la psicología y la psiquiatría, es una forma más de violencia contra las mujeres.

Un supuesto trastorno mental infantil

El SAP se aplica en litigios por la custodia cuando la madre denuncia malos tratos o abusos a su hijo o hija aunque es una teoría rechazada por numerosas y prestigiosas instituciones científicas (como la Asociación Americana de Psiquiatría, la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Española de Neuropsiquiatría o la Asociación Española de Pediatría). Según sus defensores, el SAP surge cuando una niña o niño se niega a ver al padre. En los casos en que se aprecie problemas de relación y rechazo de los hijos y las hijas hacia el padre, la primera aproximación desde el punto de vista científico debe ser descartar situaciones de violencia. Sin embargo, los defensores del SAP explican dicho rechazo por un supuesto lavado de cerebro por parte de la madre.

El SAP fue descrito en los ’80 por Richard Gardner, un psiquiatra estadounidense que recomendaba cortar tajantemente la relación del niño con la madre alienadora mientras insistía en que hay que hacer lo posible por mantener y construir la relación con el padre, aunque se haya probado que éste ha abusado sexualmente del hijo o hija. Esto concuerda con la creencia de Gardner de que el abuso sexual no es necesariamente traumático (Cita del propio Gardner).

Al aplicar el SAP, las juezas de los juzgados de Familia nº 2 y 3 de Colmenar Viejo han retirado la custodia de sus respectivas hijas a sus madres y se las han concedido a sus padres a las que debían ser entregadas. Entregas decretadas para el pasado septiembre, en el caso de la pequeña, y para diciembre en el de la menor de 14 años. Entonces esta niña escribió una carta para hacer pública su situación que empezaba “Hola, he sido y soy a día de hoy una niña maltratada por mi padre”. La movilización de un grupo de mujeres y de allegados consiguió que en ambos casos las dos niñas pudieran evitar ser entregadas a sus padres. Pero las menores quedaron en un limbo legal porque aunque estaban viviendo con sus madres estas no tenían ya su custodia.

El caso de las dos niñas

A la pequeña se la llevaron arrastras del colegio y ni siquiera le dejaron despedirse de su hermana, que es alumna también del centro, como sugirió su tutor al que la niña se aferraba pidiéndole que no dejase que la llevasen con su padre. El jueves 29 de marzo, la hermana llamó a la casa de los abuelos y el abuelo le dijo que nunca la dejaría hablar con ella. Por la noche, la niña llamó a escondidas a su casa e inmediatamente le cortaron la llamada.

Esta niña de 9 años ya no volverá a su cole, cambia de localidad de residencia, no podrá tener ningún contacto con la madre ni nadie de su entorno (incluida su hermana) al menos en dos meses como recoge la sentencia. Tampoco permiten que le siga atendiendo su psicóloga.
La situación de la niña mayor es espeluznante. Se presentaron en el instituto dos guardias civiles de paisano con una orden judicial para llevársela. El equipo directivo puso toda la resistencia que pudo a entregarla sin más hasta que, finalmente, la secretaria judicial, en una llamada de teléfono a instancias de los guardias civiles, amenazó a la dirección con denunciarles por desacato a la autoridad.
La menor fue conducida a dependencias judiciales donde estuvo incomunicada. Allí le quitaron el móvil, no ha sido posible posible contactar con ella desde entonces. Tampoco le permitieron hablar con el abogado de su madre que se personó en el juzgado. Como la menor mantuvo su negativa a irse con su padre, la jueza dio orden de que la Guardia Civil la llevara donde el padre dijera. No se ha vuelto a saber nada de su paradero ni han permitido que se le hiciera llegar la medicación que está tomando. La madre tiene una orden de alejamiento y no podrá tener ningún contacto con su hija en dos meses. Aún no se le ha comunicado la ejecución forzosa de la retirada de custodia.

Estas niñas sólo han cometido un pecado, denunciar a sus padres y pedir protección y la respuesta de las instituciones, no sólo la judicial sino también la de los equipos psicosociales adscritos al juzgado, de los servicios sociales, de los puntos de encuentro familiar…., ha sido darles la espalda y permitir que sean entregadas contra su voluntad a padres a los que han denunciado como maltratadores.

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